Silfid Colors ofrece un servicio médico en colaboración con hospitales HLA, permitiendo realizar tatuajes de gran tamaño bajo anestesia general. Esta opción reduce el dolor, el estrés y la necesidad de múltiples sesiones.
El paciente permanece dormido durante todo el procedimiento. Un anestesiólogo acreditado se encarga de administrar la anestesia y supervisar la sedación, garantizando el máximo confort y seguridad.
El procedimiento se lleva a cabo en quirófanos homologados, cumpliendo con estándares clínicos estrictos. Esto asegura condiciones óptimas de higiene, seguridad y control, ofreciendo una experiencia superior al cliente.
Silfid Colors no proporciona artistas del tatuaje. El tatuador, junto con su equipo, aporta la parte artística y el diseño del proyecto. Silfid Colors aporta el marco médico y las condiciones adecuadas para llevar a cabo la intervención de manera más eficiente y menos estresante.
Al trabajar bajo anestesia general y, si fuera necesario, con varios artistas simultáneamente, pueden abordarse proyectos complejos en menos tiempo, reduciendo drásticamente el número de sesiones requeridas.
Antes del procedimiento se realiza una evaluación médica del cliente, y tras el tatuaje, el equipo médico ofrece un seguimiento inicial para asegurar una correcta evolución. Este acompañamiento médico contribuye a una curación más cómoda y controlada.
El propósito de Silfid Colors es funcionar como un complemento médico que permita a los tatuadores ampliar su oferta, ofreciendo a sus clientes una experiencia más cómoda, segura y eficaz para la realización de tatuajes de gran envergadura.
La anestesia general se administra por vía intravenosa bajo la supervisión de un anestesiólogo. Durante todo el procedimiento, el cliente permanece inconsciente y sin dolor, mientras el tatuador y su equipo trabajan. Una vez finalizado el tatuaje, el anestesiólogo deja de administrar los fármacos, y el cliente se despierta gradualmente.
Sí. La seguridad es la máxima prioridad. El proceso se realiza en quirófanos del Grupo HLA con personal médico acreditado. Antes de la intervención, se realiza una evaluación médica para verificar que el cliente esté en condiciones adecuadas, y durante el procedimiento se monitorean constantemente sus signos vitales.
La duración de la anestesia se adapta a las necesidades del proyecto de tatuaje. Para piezas muy extensas, como una espalda completa, el procedimiento puede llevar varias horas (por ejemplo, alrededor de 8 horas). La anestesia se mantiene únicamente el tiempo necesario.
Al despertar, el cliente puede experimentar una ligera molestia, pero en general, es mucho menor que con el método tradicional sin sedación. La anestesia reduce drásticamente la sensación de dolor durante el proceso, lo que contribuye a una recuperación más llevadera.
Las intervenciones se llevan a cabo en quirófanos del Grupo HLA, lo que asegura un entorno clínico de máxima calidad, higiene y seguridad, respaldado por los protocolos médicos adecuados.
Durante los dos días siguientes al procedimiento, un equipo médico supervisa la evolución del tatuaje y la recuperación del cliente. Esto incluye la aplicación de curas, pomadas y controles por parte de un médico, garantizando así una atención continua y especializada.